miércoles, 15 de septiembre de 2010

Nuestros abuelos




Lidia:

El 15 de Mayo de 1950, me converti en NIETHIJA, porque ni bien me cortaron el cordon, fui a parar a brazos de mi MABUELA, y no sali de su proteccion hasta 18 años despues en que me vine al Peru.

Quien fue ella para mi? TODO, es la persona que me enseño respeto, educacion, integridad, responsabilidad, en una palabra todo lo bueno que yo pueda ser se lo debo a Lidia, ese personaje fuera de serie, adelantada a su siglo, curiosa, emprendedora.
No tenia gran instruccion, solo algunos grados de primaria, una letra horrible, pero ni una sola falta de ortografia, leia ávidamente todo lo que caia en sus manos, por lo que podia conversar con cualquier intelectual al mismo nivel, la poesia le encantaba y las historias de todos los reyes vivos o muertos, y relataba sobre ellos como si ellos hubiesen estado con ella tomando el tè. Yo la escuchaba atentamente y casi sin respirar para no perderme detalle!!! jajaja Pintaba, cosia, bordaba, tejia a crochet las carpetas mas hermosas, era mezzosoprano y cantaba en un coro. No sabia cocinar, lo que se lo aprendi aqui, pero era muuuuy buena en reposteria!!!!! Ummm Era compulsivamente limpia y ordenada. Pintaba la casa, por lo menos dos veces al año, lo muebles y rejas los lijaba hasta dejar el fierro a la vista y los volvia a pintar!!! Una mujer muuuuuuuyyyyyy coqueta y con una mirada muuy picara, tenia una risa de gallina clueca que contagiaba a todos!!!! Jajaja, solamente de acordarme me rio!!!
Me superprotegia, porque decia que ella tenia una doble responsabilidad, como madre y como abuela, ( y ademas si le pasaba algo, que le iba a decir a Mafalda?) y es por eso que me perseguia a todos lados, me llevaba y me traia del colegio todos los dias de dios. En tercero de secundaria, porque el mismo director del colegio le dijo que ya era mucho y que todos mis compañeros se reian de mi, dejo de hacerlo? MMMM!!! NO, claro no me llevaba, sino que me perseguia y cuando la veiamos, se escondia detras de algun àrbol o cualquier cosa que la pudiera ocultar!!! jajaja Todos le tenian tal respeto que cuando la veian desaparecian como ratas en un barco a pique!!! Jajaja
Era una mujer super elegante, tenia muy buen gusto para vestirse, y me enseño a tener buen gusto, no se cuanto aprendi pero ahi la peleo!!!jajaja
Un caracter fuerte y castrante, todo se debia hacer como ella decia!!! Claro conmigo no pudo!!! No tenia demostraciones fisicas de cariño, pero se veia su dulzura en todos los gustos y caprichos que me hacia!!! Para mi siempre eran los mejores colegios, los mejores vestidos, los mejores postres, siempre lo mejor!!!! No amabamos locamente! conversabamos de todo, claro menos de sexo!!! jajaja Puedo considerar a estas alturas, que fuimos muy amigas!!!
Me daba unas palizas!!! Yo era y soy, muy pico duro!!!! le contestaba y la cuestionaba por todo!!! y cuando no me podia contestar, Zaz! una cachetada y fin del discurso!!! Nunca, jamas, me resenti por eso, es mas, creo que bien merecido lo tenia! jajaja
Mi pabuelo, Julio, era el hombre mas dulce y considerado que podia haber, callado, pero carajo cuando hablaba era una bomba!!! Muy picaro, sexi, coqueto como èl solo, y muuuuuy buen mozo!!! Siempre me defendia y eramos muy compinches, campeon de pesca, un deporte el cual lo siguio hasta muy viejo! amaba sus cañas, a cual mas bonita, sus anzuelos los limpiaba y engrasaba con tal fruición, que parecia un rito religioso, tengo muchas cicatrices en las manos de cuando lo ayudaba!!! jajaja Cocinaba muuucho mejor que mi vieja!
Los dos muuuuy queridos por todo el mundo, muy solidarios y buenos, hermosas personas y grandes personajes, los he amado y los amo profundamente!!! Han sido los pabuelos mas extraordinarios que alguien pueda tener!

Bavi

Mi abuela también tuvo salir a trabajar , le tocó hacerse cargo de 7 hijos en una época brava, más viniendo del interior, pero siempre tuvo su huerta, su gallinero y el horno de barro, aun tengo en mis sentidos ese olorcito a pan casero y el vapor que salía de su interior al partirlos.
De paso cuento, ella trabajo siempre como empleada doméstica, hasta que un día su “ patrona “, directora de un escuela, le consiguió empleo como portera, ahí cambio su vida y pudo realizar su sueño, ir a la escuela.

Sil

Mi abuela María, abuela materna...la que me consentía en todo. Ella me compró mi primer long play y adoraba escuchar música conmigo. Ella me malcriaba. De chica no me gustaba comer nada, así que siempre se tomaba el trabajo de hacer una comida aparte para Silvita. Vivía con nosotros, mis hermanos eran los preferidos de todo el mundo, pero yo era su predilecta y me protegía especialmente. Era mi compinche.
Hoy día, el olor a parra y uvas maduras me la recuerda...Facundo Cabral me la recuerda (ella me enseñaba a escuchar sus letras), el tema Azúcar, pimienta y sal, me la recuerda...lo cantábamos juntas a viva voz, Julio Sosa me la recuerda...y los Beatles, que se tomó el trabajo de amar porque a mí me gustaban.
Lo que lloré el día en que murió no lo olvidaré jamás...aún siento ese dolor cuando pienso en ella.
La extraño después de tantos años y cuando voy a Campana visito su morada final y me quedo larguísimos ratos charlando con ella y contándole todo lo que sé que le gustaría escuchar.
Ahhh, se piantó un lagrimón!!!

Ali

Cuando mis padres se casaron, mi abuela paterna se vino a vivir junto con ellos. Después de dos años de matrimonio de mis padres, nací yo (soy la mayor de cuatro hijos y la única mujer). Ella se llamaba Alicia Ricardina. A mi me bautizaron con el nombre de Alicia por mi abuela y Rebeca por mi mamá.


Mi abuela tenía el carácter fuerte y mi padre era su único hijo; así que mi papá era la luz de sus ojos.

Uno de los pasajes que siempre recuerdo es que durante el gobierno dictatorial de Juan Velasco, había veda de carne y uno tenía que levantarse de madrugada para conseguir carne de primera en los mercados. Me acuerdo que tenía cinco años y me levantaban a las 5 de la mañana. Me abrigaban bien he ibamos con mi papá, mi abuela y yo al mercado. Mi mamá se quedaba con mis hermanos menores de 4 y 2 años. Entraba al mercado y me ponía hacer cola con una gran cantidad de señoras empujándose una a la otra y queriéndome sacar a mi. Mi abuela se envalentonaba y les reclamaba que yo tenía todo el derecho de hacer mi cola porque yo también comía carne.

Cerca de las siete, y después de haber conseguido la carne, saliamos los tres a tomar desayuno... un emoliente caliente y su pan con mantequilla.

De vez en cuando paso por ese mercado de mi infancia y vienen a mi memoria tantos recuerdos. Bueno, ya me puse un poco nostálgica...


Marisa

de mi abuela, creo que ya alguna vez conté, que era muy coqueta. siempre pasaba por el espejo antes de salir a la feria.
tenía el pelo blanco, melena, no demasiado largo. siempre lo usaba recogido a los lados como en dos bananas, con peinetas. y algo asi hago yo misma con tanto calor.
su pelo tan blanco lo lavaba con jabón blanco de la ropa y enjuagaba con azul para la ropa. era algo que se mezclaba con el agua para que la ropa blanca, quedara bien blanca.
cocinaba rico. aprendi a hacer sus Natillas y Arroz con leche. sus rosquitos no me salen muy bien.
como mi hermano me fastidiaba bastante yo lloraba. pero tambien porque era llorona.
cuando mi abuela oía mi llanto, ahi se la ligaba mi hermano: "qué le hiciste a la nena !?"... pobre.
tambien cuando hacía lío y mi mamá o mi papá me buscaban para reprenderme, me escondía atrás de sus polleras.
esta abuela se nos fue (fisicamente) cuando yo tenía 9 años, mi hermano 12 y mi hermana 15. todos bastante chicos, sin embargo es el día de hoy que nos seguimos acordando de ella con mucho cariño.
Mis abuelos maternos vivian con nosotros, quizás por eso los recordemos mas y mejor que a los paternos, casa a la cual ibamos solamente de visita.
bien 'visita', al menos yo no me sentía como en casa de los abuelos. era de visita, para tomar el té donde no me podía poner de rodillas en la mesa para alcanzar mejor la taza, y tampoco mojar la medialuna o la masita seca en el te con leche. cosa que a esa edad, yo no entendía. siendo que estaba en casa de mis abuelos.
recuerdo que esa abuela le decía a mi mamá que me tenía que enseñar a no mojar en el te...
esas visitas eran formales. nada de correr, jugar con mis primas tranquilas, no meterse en las conversaciones, estar sentadita en el sillón, vestida con lo mejor.... un verdadero placer! lo parió!
qué bueno que todos guardemos recuerdos de nuestros mayores ! esa es la forma de que no mueran nunca !

Julia

Mi abuela materna fue lo mas dulce que conocí, se murió en el 82 de una enfermedad rarísima llamada "Mal de Charcot" y todavía extraño sus besitos, sus manos blancas e impecables, su piel increíble sin arrugas. Esposa de médico que quedó viuda cuando mi mamá (la mayor de las 2 hermanas) tenía 16 años. Nunca trabajó fuera de su casa, pero siempre estaba haciendo algo para su hogar y sus hijas y ni hablar con nosotros, sus nietos. Obviamente que a mi abuelo no lo conocí.
Con respecto a mi abuela paterna, tampoco la conocí, murió cuando mi papá tenía 8 años, fue la época de la tuberculosis en la Argentina. Ella tenía una vecina, intima amiga, que había contraído la enfermedad y un día su amiga le ofreció un mate... para no despreciarla, lo compartió sabiendo a lo que se exponía, y así fue, al poco tiempo contrajo la enfermedad y falleció.
Mi abuelo paterno vivió hasta el año 86, hombre duro si los hubo... vino de las Islas de Cabo Verde a los 17 años, imaginense, murió a los 89 años sin hablar bien el castellano, hablaba un portugués muy cerrado, así y todo fue Práctico del Río de la Plata y fue quien sacó la famosa "Cañonera" cuando Perón partío al exilio.
(nosotros siempre arriba de los barcos!)

Cachi

yo no conoci a mi abuela, solamente por foto,era muy bonita,morocha de pelo negro, mi mami se parecia bastante a ella, se llamaba margarita, pero a mi abuelo si lo conoci, era una persona maravillosa!, tengo una historia de el, la escribi en la universidad y la biblioteca sarmiento de mi ciudad, la dio a conocer en una de sus charlas que se hacen cada mes.

Elsy

han llevado mi recuerdo años atrás , el damero en el que reposan tus perros es igual al piso del comedor de diario de mi casa familiar que se cayó en el terremoto del año 1974.
He recordado la mesa llena de alegría, conversación, muy rara vez almorzábamos ó cenábamos solos , siempre había visitas de parientes, amigos de papá-mamá amigos de nuestra edad. Los desayunos supervisados por papá eran un autentico buffet.
Permitanme extenderme, papá era madrugador y decia que el principal alimento era el desayuno. Iba 2 veces por semana al muelle que quedaba a 20 minutos y traía pescado limpio y fresco
lo freian y servian con papas y yucas asadas y fritas, huevo, palta, salchichas, jamón, queso, cuando no había pescado, servian asado pejerey. En mi casa todos eran gordos menos yo
imposible pararse de la mesa sin haber comido. Cuando me casé se acabó el festín, Coco desayunaba un vaso de jugo y 2 sandwich de queso. Felizmente me acostumbre rápido al cambio.
No pude dejar de pensar en la mesa llena de platos jajajaja
que epocas, que falta de pudor comer tanto, ahora no imagino la escena, despues como comprenderán llegabamos al colegio con ganas de dormir, no de estudiar.
Mis abuelas solo usaban lápiz labial y siempre bien peinadas con los caracteristicos moños de la época.

Jazmín

Yo recuerdo a las dos...Eran dos señoras de pueblo, ambas hijas de padres italianos.
Mi abuela Rosa ( mi preferida) era la madre de mi papá....Rubia, bajita, de pelo lacio y ojos verdes. Murió cuando yo tenía 24 años y a los seis meses murió mi abuelo...Sintió de golpe la soledad.Siempre salían juntos a todas partes....El sábado y el domingo lo distribuían visitando a las hermanas de mi abuelo.. Iban a lo de las chicas a jugar a la lotería...jajaja...Las chicas tenían como 70. La abuela Rosa usaba batoncitos de colores y zapatillas de entrecasa al tono y crema Hinds para todo. Cuando salía solo se pintaba los labios de rojo y cambiaba el atuendo por pollera, camisa y zapatos bajos.Se pasaba el día con sus plantas, cosa que yo heredé....Las alegrías, los helechos, los jazmines y las hortensias siguen estando en mi casa.
Mi abuela Catalina (la madre de mi mamá) también era bajita, morocha y más redondita....Mi abuelo medía como un 1,90 mts y era rubio...El murió cuando yo era chica, pero mi abuela lo sobrevivió varios años.Era salidora y le gustaba jugar a la quinela.Usaba peinetas para mantener el pelo a raya y se ponía polvo y rouge y siempre andaba con caramelos en el monedero. Era muy conversadora y decía que todo el mundo le contaba sus cosas....jajaja... yo creo que los atolondraba a preguntas.
Eran muy distintas en su manera de ser y en sus intereses pero tenían algo en común...A las dos les gustaban los perfumes y a ambas por el olor las reconocías a lo lejos.

Tucuta

Mi abuela materna, tenía el cabello canoso, tirando a blanco aunque solo tenía 56 años cuando se fue. . . .
tenía una mecedora, y por las tardes se deshacía su gran rodete y me daba un cepillo para que " le buscara los piojos"!!!!! me iba a dar una moneda por cada uno que encontrara. . .los cuales por supu no encontré nunca. . . .
además vestía batones en diferentes tonos de gris - medio luto de por vida-, bastante largos. . . y además era muy bella!!!!!

Mariné

Yo recuerdo a mi abuela. Tenía un cabello largúísimo que le pasaba la cola. Cuando era chiquita yo, me encantaba sentarme a mirarla peinarse esa cabellera que trenzaba y se hacía bananas y ondas en el frente y un "nido" de trenzas en la nuca. estaba peinada todo el día. Ningún cabello se le escapaba!. Sólo usaba jabón blanco para lavarse el cabello y no usaba cremas. Jamás se exponía al sol y falleció con muy pocas canas y las arrugas y manchas propias de la piel.
Siempre adoré su manera de arreglarse a la tarde con un poco de lápiz labial. Era una persona con algunos kilos de más.

Lisbeth

No tuve la dicha de conocer a ninguno de mis cuatro abuelos, el más "longevo" murió a los 63 años. Pero mis padres y mi hermana me hablaron tanto de ellos que podría decir que sí los conozco, como a través de una película.
Mi abuela Esther era menuda, muy frágil, tanto en salud como en físico. Bien italiana, con su largo cabello negro ondeado, era el tipo de mujer que hablaba como si alguien estuviera durmiendo: delicada, suavemente. Muy unida a mi abuelo Vicente, poeta él y juez de paz, eran llamados "los novios Lerena" en el pueblo porque siempre se los veía juntos, paseando del brazo, tarde a tarde, sobre la alta vereda de su casa.
Mi abuela Elisabeth, descendiente de alemanes, era la antítesis de Esther. Alta, corpulenta, de cabellos rubios y ojos celestes, era tranquila y hablaba poco, pero había que pensar dos veces antes de decirle algo fuera de lugar o mirarla de un modo que no fuera cortés, so pena de ligar un soplamocos. Trabajadora hasta el absurdo, desestimaba los ratos libres como si fueran cosa sin valor. Era la única que podía tener al jaque a su elegante y aventurero esposo Wilhelm, cuyo carácter fuerte sólo podía ser sufrido y tolerado por ella. Y era la misma sed de aventuras la que trajo a Wilhelm desde la colonia alemana del Wolga y el mismo espíritu aventurero quien le llevaba por todo Entre Ríos distribuyendo granos a los estancieros a campo traviesa, en su reluciente Ford T.
Mi abuelo Vicente, en cambio, tan sereno y sensible, era capaz de hacerte desear que la tierra te tragara si metías la pata, mortificándote tan sólo con la vergüenza que te ocasionaba la enorme tristeza de sus ojos.
Un tablero de ajedrez, mis abuelos, en donde podían mostrarse ambos contrastes, la fragilidad o la fuerza, la paz o la inquietud, el fuego o el hielo, la poesía o el conocimiento...

Pastelera

Yo no conoci a mi nonno Faustino, papi de mi mamá, ella contaba que tenía unos hermosos ojos color mar.
Me contaba que era fácil entrar por ello, ya que era una persona querida, un pan de leche le decia la mami, nunca dejaba que faltase el pan diario, aunque mucho él no comía.
Se levantaba muy temprano y partía a su trabajo, cuando regresaba a las cinco de la tarde tenía preparado un brasero, unos carloncitos y ese mate infaltabe que, como era costumbre lo quemaba con azúcar y algunas gotas de caña.
También infaltable, en los fines de semana, una tableta de milkibar blanco y un tarrito de dulce de leche de los "Lecheros Unidos".
A su mujer, mi nonna, tampoco tuve la suerte de conocerla, otra divina, compañera de años de mi nonno, cuentan que cuando el nonno se fue ella lo siguió de tristeza, dicen que nunca vieron tanto amor junto...


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